Drawing down the Moon

Quien bien me conoce sabe de sobra acerca de mi amor a la luna. Pero como nadie lee esto, puedo ser lo más asquerosamente cursi que me dé la gana y vivir para contarlo. Porque el facebook no es (ni nunca ha sido) un diario personal, a pesar de que casi nadie lo entiende, al menos no recientemente. Pero oh amados activistas facebookeros que salvarán al planeta con sus posts, cambiarán el sistema político y eternos corazones rotos buscando simpatía, hay en facebook un lugar para ustedes (también para los mercaderes de las redes que confunden su timeline con un tianguis, pero esos son tema aparte). En fin, yo quiero hablar de la luna y su encanto, just because daydreams are full of magic, and moon nights are guilty of filling me (and other mortals) with helpless sensitivity, imaginación desatada y unas ganas locas de plasmar en el plano físico de los sentidos esas ocurrencias divinas; a mí me van mejor las palabras y mi amado instrumento, aire puro e ideas que con el sonido se van difuminando en este espacio infinito, sin bordes definidos ni estructuras rígidas, natural, fluido y libre. Luna bella, you remind me of our ability to receive, nuestra bella naturaleza receptiva que cuando la dejamos ser y le decimos chill out a nuestra naturaleza reactiva, las mejores cosas de la vida pasan frente a nosotros, y siempre están ahí, pero podemos verlas y ser parte, o hacerlas parte de nuestro presente. Sin luz propia, bello ejemplo de lo que puede ocurrir cuando uno se abre a recibir, a conectar con el entorno y con otros, sin juicio y de buenas. No confundamos por supuesto la receptividad con la conchudez de estirar la mano y esperar with such entitlement por algo que “merecemos” nada más porque sí, uno vale por ser, pero uno merece y recibe de acuerdo a lo que comparte. Con esto de la naturaleza receptiva me refiero a estar coscientes de la constante oportunidad que nos está dando la vida de prestar atención a lo que tenemos, estar presente en cada momento, tener presente que un momento se va para siempre y no vuelve jamás. Regálate la capacidad de sorpresa ante las cosas pequeñitas y gratis que te regala la experiencia de estar vivo hoy.
Luna amada que has estado en fase llena, te esperaré con ilusión el próximo mes para recordar que cuando uno está abierto a recibir, la belleza y divinidad son posibles.